martes, julio 05, 2005

11.Los colegas


Jordi Juste para Nipoweb
Uno de los aspectos que suele convertir un trabajo en una actividad agradable o en un suplicio son los compañeros con que hay que compartirlo. El caso de la enseñanza en general no es un excepción. Y el de la enseñanza de idiomas en el extranjero en particular mucho menos. ¿Por qué digo que mucho menos? Pues porque el estar viviendo en un país que no es el tuyo, lejos de tu familia y de tus amistades anteriores, hace que la relación con los compañeros de trabajo se convierta en una parte sustancial de tu vida social. Más todavía si el país en el que trabajas es tan distinto y distante del tuyo como lo es Japón, para lo bueno y para lo malo.
Las relaciones laborales
La ventaja de este trabajo con respecto a otros es que sueles encontrarte con gente de un nivel intelectual alto, con intereses y conociminetos diversos, que pueden enriquecerte mucho. Además, muchos de ellos se encuentran en unas circunstancias parecidas a las tuyas. En mi caso, por ejemplo, en la universidad puedo compartir mis experiencias con otros extranjeros y liberar mucha de esa tensión que acumulamos los humanos cuando no tenemos oportunidad de darnos cuenta de que nuestras vivencias no son tan únicas.
Con eso no quiero decir que las relaciones se establezcan por grupos según la afinidad de circunstancias familiares. En las universidades donde trabajo me relaciono con extranjeros casados con japonesas, japonesas casadas con extranjeros, japoneses casados con japoneses, extranjeros que están aquí en pareja y solteros de muchas nacionalidades, edades y tendencias sexuales.
Inevitablemente se suelen crear grupitos lingüísticos, especialmente cuando hay hispanohablantes que no dominan el inglés. Porque la relación con otros extranjeros se establece casi siempre en inglés, ya que, aunque haya muchos profesores extranjeros que dominen el japonés, siempre hay presente alguno que, bien porque está más o menos de paso, bien porque la vida no lo ha empujado por ahí, no habla o ni siquiera entiende el japonés suficiente para mantener una conversación medianamente inteligente.

Mayoría anglo
La mayoría de extranjeros son profesores de inglés, muchos de ellos australianos, pero también los hay de alemán, italiano, portugués...La relación con profesores asiáticos suele ser más bien escasa. Y con los profesores japoneses depende mucho de su nivel de conociemiento real de nuestra realidad, quiero decir que los que han vivido largo tiempo en España o en Hispanoamérica son mucho más asequibles y es más fácil establecer una relación bastante íntima con ellos. Muy íntima no suele ser por lo que he dicho al principio: ellos viven en su país, cerca de su familia y de sus amistades de toda la vida, y rodeados de otros colegas compatriotas con los que las relaciones son menos propensas a malentendidos. Así pues, aunque uno intente integrarse en la sociedad nipona, la relación con otros extranjeros es una de las columnas que sostiene nuestra estabilidad emocional en este país que casi siempre queremos pero que a veces sufrimos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Suscribo al 110% lo que has dicho. Has dado en el clavo.

Anónimo dijo...

Todo eso está muy bien. El problema viene cuando tus colegas extranjeros son unos gilipollas elitistas que no aceptan a los nuevos, como me pasó a mí en Nova. Entonces poco se puede hacer.

Jordi Juste dijo...

Bueno, esa es otra, porque a veces nos quejamos de los japoneses, pero entre los extranjeros también hay cada perla...

Anónimo dijo...

Sí. Claro, que a mí eso que me pasó en Nova me vino de perlas, porque así me abrí más a la cultura japonesa y conocí a la que hoy es mi mujer. Hay otros profesores de Nova que viven como en una especie de burbuja dentro de Japón, relacionándose exclusivamente con otros profesores, extranjeros como él.

Saludos