martes, enero 16, 2007

20.La lengua en la oficina.


En la sala de profesores se produce una discusión interesante sobre el uso del inglés por parte de la universidad para dirigirse a los profesores extranjeros. Un americano y un neozelandés se quejan de que reciben muchos avisos en japonés de cosas que son importantes. Creen ellos que la universidad, al contratar a profesores extranjeros que no saben japonés, debería asumir la obligación de comunicarse con ellos en inglés. Un británico responde que en los contratos se especifica que la lengua de comunicación de la universidad es el japonés. Además, añade, en Estados Unidos o en Gran Bretaña sería imposible que contrataran a un profesor que no tuviera la habilidad de comunicarse con el personal administrativo en la lengua del país, aunque dicho profesor hubiera sido contratado por ser nativo de una lengua extranjera como, por ejemplo, el japonés.

Yo añadiría que un profesor que lleva tres años en Japón y todavía no es capaz de comunicarse en japonés con el personal administrativo de la universidad es un mal ejemplo para alumnos que pretenden algo mucho más difícil: aprender en su propio país a comunicarse en una lengua extranjera.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Curioso que sean siempre gente de habla inglesa la que se queja de situaciones como la que explicas. Claro que también es curioso que sea un británico el que salga en defensa de la universidad y del (lógico) uso de la lengua japonesa en una universidad japonesa. Vivir para ver.

Muy interesante lo que cuentas, Jordi, ha sido un placer empezar a leerte.

Desde el Quebec,
JC

Anónimo dijo...

Coincido con JC, una cosa es que el inglés se haya convertido en una lengua internacional y otra que sea obligatorio el conocerla (y yo lo hablo, que conste).

Por otro lado me parece lo mas lógico que cuando estás en otro país hagas algo por hablar el idioma, y además como dices, mal ejemplo das a unos alumnos si el primero que no aprende es el profesor.

Teresa dijo...

Trabajo como profe de espanyol en Suecia, en el sistema publico. Jamas se han dirigido a mi, ni por escrito ni de palabra en inglés. Se habla sueco y punto. Todo en sueco. Si no lo entiendo (que sí) me espabilo. Es mi problema.
Felicidades por tus blogs!

Anónimo dijo...

Lo que acaba siendo molesto es que se te dirijan en inglés (o eso se piensan), cuando no es tu lengua, cuando hay tantas en el mundo, y puede que no la conozcas, siendo el japonés la lengua del país. La verdad, creo que quien va a Japón, si no sabe nada de japonés, lo que no puede es ir con exigencias lingüísticas.

Felicidades por tus blogs y tus artículos de prensa.

Anónimo dijo...

Sí, a mí me molesta bastante esa actitud imperialista que los anglosajones en general (no sólo estadounidenses) muestran cuando van a España y se cabrean porque nadie habla inglés. Hombre, es cierto que los españoles no somos unos cracks para las lenguas extranjeras, pero no hay ninguna ley que diga que un español tiene que saber necesariamente inglés. Pues me imagino que los japoneses se sentirán de igual manera en situaciones similares.

Anónimo dijo...

Pues es gracioso, porque hoy el señor director del recién inaugurado Instituto Cervantes de Tokio, don Víctor Ugarte, ha declarado en la Cadena Ser que sólo sabe "un poquito de japonés". No sé si será falsa modestia o sinceridad, pero si es de lo segundo, la verdad es que me resulta vergonzoso que un señor que va a ser uno de los principales embajadores culturales del Estado español en Japón sólo sepa un poquito de la lengua local. Miedo (y vergüenza) me da el Cervantes. Saludos.

Anónimo dijo...

Pues yo creo que 3 años són más que suficientes para poder desarrollar un conocimiento medio del idioma. Otra cosa es que no tengas ganas de aprender.

Anónimo dijo...

De todas maneras, creo que eso es también un poco culpa de la universidad en cuestión, que demuestra ser muy poco seria a la hora de elegir a sus profesores. Creo que una universidad es una institución que está en condiciones de elegir a sus docentes, así que si de verdad es tan necesario es saber japonés para trabajar allá, podían haberse cerciorado desde el principio que los candidatos hablan el idioma, que para eso están las entrevistas, las pruebas de idiomas, los exámenes oficiales tipo noken, etc.

Y por supuesto, el que no aprende un idioma en tres años no es que sea un burro, sino que simplemente pasa de aprenderlo, por la razón que sea (porque no le motiva la cultura del país o el trabajo, porque está de paso y cree que no merece la pena aprenderlo, etc.)

Pero insisto, que situaciones así son fallo de la universidad, porque, a lo que se ve, no deben estar muy descontentos con esos profesores cuando les contratan año tras año y ellos siguen sin aprender japonés.

De todas maneras, Jordi Juste, perdona que te critique, pero me parece muy bajo por tu parte hacer públicas estas cosas sobre tus compañeros de trabajo, porque da la sensación de que te quieres quitar de en medio al norteamericano y al neozelandés en cuestión. Tú también eres un mal ejemplo como profesor.

Saludos

Jordi Juste dijo...

Hombre, ¿bajo, bajo? ¿Mal ejemplo como profesor? ¿Que parece que me los quiero quitar de en medio? ¿No te pasas?

Anónimo dijo...

Pues no, no me paso, porque creo que los que deben decidir si esos profesores son un mal ejemplo para los alumnos son las autoridades de tu universidad, ya que la universidad es quien los contrata, y digo yo que tus compañeros no serán tan malos profesores cuando no los despiden pese a no haber aprendido a leer en japonés (porque deduzco que su problema es con el japonés escrito, lo que no quiere decir que no puedan defenderse oralmente en ese idioma).

Hombre yo creo que el que te has pasado eres tú al airear cuestiones que se trataron en la sala de profesores. Yo no vivo ni he vivido en Japón, pero sí que soy profesor y sé lo que es una sala de profesores. Una sala de profesores es ese sitio al que por lo general no entran los alumnos, y probablemente tampoco los administrativos, y constituye un espacio confidencial, reservado, por lo que me parece muy poco ético sacar a la luz pública lo que allí te hayan podido decir o tú hayas podido escuchar. Vale que no has dicho nombres, pero los datos que has dado de tus compañeros (su nacionalidad) creo que podrían ser más que suficientes para que en tu entorno sepan quiénes son. Los pones ante los demás como mal ejemplo, y hasta como personas quejicas que encima parece ser que no tienen derecho a quejarse (según tú). En definitiva, muestra una carencia de compañerismo por tu parte, siento tener que decirlo.

Saludos

Jordi Juste dijo...

Así es, no dije los nombres y los únicos de mi entorno que podrían hacer quinielas sobre quienes son el neozelandés y el estadounidense ya conocen sus quejas, así que no descubro nada. Sobre las quejas, por supuesto que tienen derecho a formularlas, y yo a contradicerles, ¿no?. Y por supuesto que ambos tienen otras cualidades como profesores. En mi escrito yo sólo critico una actitud. Y te equivocas al pensar que se trata sólo del japonés escrito.
Te veo muy fuerte, Anónimo, con mucha confianza para darme certificados de ética y compañerismo a mí, Jordi Juste.
Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

"A mí, Jordi Juste", como el que dice "a mí, el rey de España". De risa.

Jordi Juste dijo...

Oye, veo que no me explico. Lo de "a mí, Jordi Juste" no eran ínfulas. Como las voy a tener, si no soy más que una mierda seca. Sólo quería destacar que tú me juzgas (y me condenas) a mí, que publico con mi nombre, desde el anonimato. Pero bueno, ya veo que no me sé expresar.
Perdón.

Anónimo dijo...

Nada, Jordi. Tú no hagas ni caso, ni que revelando lo de la sala de profesores estuvieras faltando al secreto de confesión. Me encanta tu blog y me parece muy interesante tanto para la gente interesada en Japón como en la docencia.

Anónimo dijo...

Buenas noches,

Voy a dar un poco de razón a todos y también a ninguno, y desgraciadaente desde el anonimato porque no dispongo de cuenta google.

La actitud de los angloparlantes en general suele ser muy chulesca, he trabajado con pasajeros mayoritariamente británicos que se atrevían a corregirme detalles, cuando tenía la amabilidad hablarles en su lengua. ej:

yo- Excuse me sir, Can I see your ticket?

guiri- Yes... you MAY.

En ese momento hubiera salido del despacho y le hubiera dado una pata giratoria digna de chuck norris, pero una es una señorita fina y se aguanta.

Por otra parte le doy un poquito de razón al anónimo de que no está bien hablar de los demás, pero vamos que creo que ni los japoneses, ni los aludidos van a ver lo que él ha escrito en su blog y tampoco atenta contra la intimidad de ellos en gran medida, pues es una actitud que ellos mismos demuestran al no tener interés.

Un saludo de una futura filóloga si Dios quiere.

Laura